El presidente Rafael Correa acusó a Organizaciones No Gubernamentales (ONG) pertenecientes a grupos de “extrema derecha” de Estados Unidos de estar planeando un proceso de desestabilización en el país.

“Enero va a ser durísimo, tenemos pruebas de que están generando, con financiamiento externo, paralizaciones y descontento en ciudadanía, incluso a nivel de Fuerzas Armadas”, explicó Correa.

Como prueba de sus declaraciones, el Primer Mandatario presentó un mensaje electrónico que habría sido distribuido entre los miembros de las Fuerzas Armadas, el que señaló que provenía del ex presidente Lucio Gutiérrez.

El texto, según leyó Correa, prevenía a los militares sobre la supuesta absorción del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) por el Banco del Afiliado, lo que fue desmentido por el Presidente.


Sólo rumores
Además, explicó que al contrario de lo que decía esta misiva, las pensiones jubilares no serán reducidas y al contrario, el Estado asumirá el pago de los seguros extras como el de vida e invalidez.

El Mandatario también desmintió que los colegios militares, hospitales y la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) vayan a ser quitados a los militares y explicó que sólo pasarán a ser gratuitos.

Correa calificó a estas acusaciones como tácticas desestabilizadoras y aseguró que estas son sólo una parte de las pruebas que ha recopilado sobre planes para sacarlo del poder, pues por seguridad del Estado no puede anunciar las otras.

Apoyo político
El Presidente de la República aceptó que para contrarrestar estas amenazas de desestabilización el Gobierno está conversando con los grupos políticos de la Asamblea: Acuerdo por la Descentralización y la Equidad (ADE) y con el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE).

“Se necesita reforzar el apoyo político”, explicó el Primer Mandatario, quien dijo que aceptó la exigencia de estas dos organizaciones de descartar como intermediador a Ricardo Patiño, pero aseveró que éste seguirá como coordinador de la Política.